La XXXIX Volaera Flamenca de Loja se quedó cerca de casa, a tan sólo 100 km que es lo que viene a separar aproximadamente esta localidad de la población hermana de Motril.
Y es que el motrileño Julio Fajardo, contra todo pronóstico inicial, demostró durante la final que tenía razones más que suficientes y sobradas para alzar la cotizada Volaera de Plata frente a sus dos adversarios de la noche, José León y Domingo Herrerías, a la sazón, segundo y tercer premio respectivamente.
Fajardo se "fajó" (si me permiten el símil) en las tablas, se peleó con el cante y obtuvo una más que merecida victoria que le permite abrir un poco más la puerta de la popularidad en este mundo del flamenco.
Inició su actuación con una espectacular Granaína que le valió posteriormente también el Premio Especial por Granaínas instituído en el concurso.
Después, se gustó por caracoles, se lució por serranas y sentó cátedra en la caña. Actuación brillante y victoria sin paliativos, obteniendo como digo, los dos premios principales: la Volaera de Plata como Primer Premio en Cantes Generales, y el Premio Especial a la Mejor Granaína.
El segundo y tercer premio, disputados y dignos finalistas, quedarán en el anecdotario de este añejo concurso que dió muestras anoche de estar "más vivo que nunca".
Felicidades a los tres finalistas, muy especialmente a Julio Fajardo.
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