domingo, 29 de agosto de 2010

EL "PRESTIGIOSO" MELÓN DE ORO, A MANOS DE UNA CORDOBESA DE 12 AÑOS


Pues si. Como decía en la anterior entrada, el jurado de Lo Ferro es muy dado a las sorpresas en los últimos años. Es comprensible que, para gustos los colores, y 100 jurados diferentes hubieran elegido 100 finales distintas, y puede que 100 ganadores posibles.
Este Melón de Oro 2010 pasará a la historia. Es un reto de un concurso que aspira a ser uno de los mejores, y para ello apuesta fuerte y arriesgadamente en los últimos años, dando su máximo galardón a los que no partían como favoritos en las quinielas de los aficionados.
En esta ocasión la elección de Rocío Luna, una cordobesa de 12 años (y practicamente ningún curriculum previo de importancia en cuanto a concursos flamencos), como Melón de Oro por delante de artistas que acumulan (entre todos los que participaron) más de cien primeros premios y otros tantos festivales compartiendo escena con los "monstruos del flamenco"....me parece una apuesta demasiado arriesgada, díscola y rocambolesca, propio de concursos de inferior "categoría".
Premiar con semejante galardón a una cantaora en periodo de formación (tanto vocal como artística) le hace un flaco favor al Concurso de Lo Ferro, y a la propia Rocío que, aunque disfrutará de los 12.000 euros que se lleva, experimentará un aumento en el nivel de exigencia, número de recitales contratados al año (lo cual puede ser una barbaridad en su vida "normal" académica) y lo que me parece más espeluznante y peligroso: si no se andan con cuidado tutores y maestros, corremos el riesgo de que el ego infantil normal en todo niño de su edad termine por devorar el potencial artístico QUE NADIE DUDA que posee.
Ya lo hemos vivido en los Joselito, Marisol, y tantos otros artistas que fueron "aniquilados" por un entorno que no asimiló el éxito temprano de estas rutilantes figuras.
El Melón de Oro debería ser un premio más comedido, más templado, que no se dejara guiar alegremente por la sensiblería del público, o por la oculta influencia de determinadas personas unidas al flamenco murciano.
Recuerdo en una ocasión haber hablado con un miembro del jurado de La Unión respecto al Melón de Oro y sus ganadores. Me decía con cierta ironía que si había algún artista no seleccionado para la Lámpara Minera entre los finalistas de Lo Ferro, tendría muchas papeletas para llevarse el premio...quería con esto decir que eran dos concursos muy opuestos en sus criterios y pareceres, y de nuevo se ha confirmado.
Por otra parte me pongo en el pellejo del resto de finalistas de ayer (sobre todo en el de los claros y eternos favoritos), y pienso que no tendrán muchas ganas de repetir la experiencia de este y otros años anteriores.
Creo que esta final sienta un precedente y sería aconsejable (y lo hago extensible al resto de concursos), a que se adopte un tope mínimo de edad para participar en el concurso "adulto" e instaurar un Premio Especial Joven a los que no lleguen a esa edad. Es una manera de proteger a los chavales, ya que no olvidemos estamos rozando los límites de lo legal según la Ley de Protección de Menores...pero eso sería otra historia más farragosa y complicada que no viene al caso.
Una polémica que se podía haber evitado, pero que en cierta forma también le viene bien a un concurso que, repito, va en contínua decadencia (todo lo contrario al festival que lo acompaña). Caída libre y sin frenos para un concurso que "no sabe a dónde va, ni por dónde llegar a no se sabe dónde."
Al menos en La Unión, sí saben lo que quieren. Con mayor o menor acierto (todos somos humanos)...pero lo saben.

Sólo queda felicitar a esta dulce voz que ha sido acreedora del "singular" Melón de Oro 2010.
Felicidades, Rocío Luna; y felicidades también a Fernando Rodríguez, maestro de Rocío, por su impresionante labor como formador de tantos y tantos cantaores de indudable calidad. Un grandioso éxito para una Escuela de Cante, que está dando buenos y maravillosos frutos para el flamenco.

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