El gaditano barrio del Pópulo asistirá esta semana a un brillante cierre del mes flamenco celebrado en el castizo Café Teatro Pay-Pay de Cádiz.
Por las tablas de este escenario han pasado artistas flamencos gaditanos, muestra del esperanzador futuro de su provincia (y su capital, sobre todo) pero que a su vez comienzan a destacar en ciclos, festivales y concursos importantes de toda la geografía española.
Cantaores como Miguel Rosendo y Emilio Florido (destacados jóvenes del cante "atrás"), el prometedor y flamenquísimo Raúl Gálvez y Anabel Rivera (cantaora polifacética de "alante" y "atrás"), han ofrecido durante este verano muestras de su arte, asegurando el futuro del flamenco gaditano por muchos años.
El baile también ha tenido una excelente representación en este ciclo flamenco.
El linense David Morales dejó impronta de su arte y un elegante baile que merece mejor tratamiento en el mundillo del flamenco; la gaditana Rosario Toledo (que fue acompañada en su espectáculo por Dani de Morón y José Valencia) puso patas arriba al público congregado para su actuación en una noche memorable de genio y magia.
Las dos últimas actuaciones programadas prometen un éxito sin precedentes. El viernes, subirá a las tablas la joven cantaora gaditana May Fernández. De flamenquísima voz afillá, May representa perfectamente los cantes de compás de su tierra. En el presente año se alzó con el Primer Premio en el Concurso Nacional de Cante por Alegrías celebrado en Cádiz, uno de los concursos más prestigiosos y con más solera de la provincia gaditana.
Para el sábado está prevista la actuación más esperada por el público gaditano. Y es que hablar de David Palomar no es hablar de una promesa, sino de una enorme realidad. Heredero directo del estilo y la escuela del Maestro Chano Lobato, Manolo Vargas y Beni de Cádiz, sus tanguillos recuerdan a Pericón y a su barrio de La Viña.
Aunque tiene un amplio currículum como cantaor "atrás", su espaldarazo definitivo se produjo hace un par de años en el Concurso Nacional de Flamenco de Córdoba, donde consiguió los prestigiosos Premios Manolo Caracol y Camarón de la Isla ante un jurado presidido por el Maestro Fosforito.
Así, pues brillante colofón a un Ciclo Flamenco que va a más año tras año.
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