domingo, 12 de diciembre de 2010

EL BAILE LIBRE DE "ATADURAS" (Crónica del espectáculo del bailaor Jesús Fernández, en la Sala Central Lechera de Cádiz).


Había ganas de ver bailar a Jesús Fernández. Un bailaor gaditano, curtido en los tablaos madrileños que besó la gloria este verano al adjudicarse el Trofeo "Desplante" al mejor bailaor en el Concurso Cante de las Minas de La Unión (Murcia), posiblemente tras el Concurso Nacional de Córdoba, el de mayor prestigio entre todos los artistas del flamenco.
"Ataduras" nos ofrece una apuesta escénica en una línea muy actual, desenfadada, cargada de simbolismo y que juega con la psicología del espectador desde el primer momento.
En un primer momento, un Jesús Fernández sentado en una silla, con la única compañía de una apocalíptica voz "en off", una luz cenital sobre su cabeza, y unas ataduras de las que se desprende durante la interpretación de una primera pieza por Cantes de Fragua; Tonás a sangre y fuego desde la poderosa voz del jerezano Jesús "El Almendro" que desmenuza el cante con gusto, sabiduría y empaque.
Jesús Fernández sorprende por una ligereza de pies realmente magnífica. Domina el compás, el "tempo", lidera al cuerpo de músicos con extraordinaria y pasmosa facilidad y sabe "arrastrarlos" hasta donde él quiere. El baile es grácil, liviano, pero a su vez enérgico y desgarrador.
Mención especial merece la "expresión corporal" de Jesús, que transporta en todo momento al público a través de sentimientos encontrados y antagónicos. Jesús arruga el ceño, siente y hace sentir el dolor; sonríe y se te alegra el alma...pocos bailaores pueden presumir de este don, y Jesús lo tiene.
A continuación, "El Almendro" nos sacude las entrañas con una Caña interpretada de manera prodigiosa por un Jesús Fernández realmente "regio" en este baile. Muestra de ello fue que tras concluir dicha interpretación, el bailaor tuvo que esperar un par de minutos para proseguir el espectáculo porque mucho público estaba en pie ovacionando al artista gaditano.
A modo personal puedo decir que hacía tiempo que no me "conmovía" una interpretación de baile por Caña como la que hizo Jesús anoche, donde rozó la "quintaesencia" del Baile con mayúsculas.
La oscuridad, la seriedad y el dramatismo de la parte inicial de "Ataduras" da paso a una segunda parte alegre y díscola, con una interpretación por Tanguillos de Cádiz como gusta en la tierra: con ángel, sin zapateo innecesario, sonrisa en rostro y braceo ligero. La aparición de Jesús en escena resulta hilarante, "disfrazado" con un sombrero de paja y un canasto de mimbre en ristre mientras saborea una bolsa de "patatas chips", plenamente adaptado a la figura de "bañista dominguero". Una "poca vergüenza" que el público sabe premiar con risas y aplausos y que nos enseña a un Jesús sin complejos, valiente, arrojado y con mucho sentido del humor.
Los Tanguillos los hace grande en el cante la voz de Anabel Rivera que se apoya en el "Rey del Compás", Don Chano Lobato, para cantarnos sus versiones más conocidas del Coro de Los Anticuarios y el celebrado estribillo final "la cazuela que aqui les presento es de una sustancia que nadie conoce, fabricada en Medina Sidonia, el año cuarenta del siglo catorce, la tenia don Diego Sorullo que era temporero de la Catedral, se lavaba los pies los domingos y luego los lunes hacia polea." Magistral Anabel en el recuerdo del Maestro (¡cuánto te echamos de menos, Chano!).
Después, Jesús se adentra en las Cantiñas de Cádiz, por Romeras, donde "El Almendro" de nuevo le secunda en la voz con poderío y excelso dominio del compás.
Silencio...es el momento de Su Majestad, la Soleá....
Jesús viste un sencillo traje de color rojizo que atenta a los "adoradores del negro" para este tipo de baile...lo viste con elegancia y resulta un contrapunto cromático de gran acierto entre tanta oscuridad y sombra.
El temple de "El Almendro" por Soleá sacude los huesos. Recuerdo a Juanito Mojama, a Don Antonio Mairena, a Pepe de la Matrona, a tantos y tantos..."Presumes que eres la ciencia y yo no lo entiendo así...".
Jesús levanta los brazos al cielo, chasquea los dedos sobre su cabeza, y la soleá se hace Verbo en sus pies. Magnífico de principio a fin.
Cerrada ovación final para un espectáculo liderado por un Jesús Fernández que promete (y mucho) dar que hablar en el mundo del baile. Enorme trabajo coreográfico el suyo, así como enorme acompañamiento (Anabel Rivera y Jesús "El Almendro" al cante; Antonia Jiménez a la guitarra) apoyado en una puesta escénica vibrante y sólida.
Fin de Fiesta donde lucen todos los componentes del elenco artístico, destacando el momento en que Jesús Fernández invitó a unirse a la fiesta al veterano bailaor Pepín Muñoz, que se dió su "pataíta" con gracia y arte a pesar de su edad.
Los unicos "debes" del espectáculo no son responsabilidad del bailaor. Quizás se echó en falta más público (sobraron 2-3 filas de asientos), y es una pena que un bailaor gaditano que está dando tantas alegrías en este arte no encuentre un apoyo mayor del público de su tierra.
También habría que destacar que la apuesta escénica de Jesús Fernández quizás hubiera lucido mejor en un escenario más amplio, y se nota que es un montaje con sabor a Teatro más que a Sala de Concierto...y esperemos que los programadores de este tipo de eventos sepan apreciar esas connotaciones especiales que determinados montajes presentan y necesitan.
"Ataduras" tendrá el honor de representarse en el próximo Festival de Jerez. A poco que el bailaor muestre su enorme capacidad artística, auguramos a Jesús Fernández un seguro éxito más aun sabiendo el exquisito gusto del público jerezano por el baile con arte. Y a Jesús, le sobra.



lunes, 29 de noviembre de 2010

ANTONIO JOSE MEJIAS: SEMBLANZA DEL GANADOR DEL NACIONAL DE CÓRDOBA 2010


Hay veces en que uno intenta dar explicación coherente a los vaivenes que este difícil arte del flamenco tiene, y por mucho que se intenta no se consigue. Es un arte tan personal, tan único, tan inigualable, que a la vez es caprichoso y juguetón con los artistas que nacen, viven y respiran flamenco por los poros de su piel.
Con Antonio José Mejías el flamenco tenía una cuenta pendiente, y por fin la ha saldado.
Antonio, a pesar de su juventud, lleva toda su vida (y cuando digo toda, es TODA) luchando por abrirse puertas en el mundo del flamenco, por poder vivir de lo que realmente es su pasión cotidiana,...pero el flamenco, ese por el que se ha desvivido años y años, le daba una de cal y otra de arena.
Lo tiene todo. Como cantaor y como artista es completo se mire del derecho o del revés. Su cante es académico pero a la vez tiene el punto de salvajismo que se precisa para matarte en un "ay", y romperte las entrañas cuando su voz se templa por seguiriyas.
Con los ojos y los puños apretados, debes sujetarte a la silla porque te espera una andanada de cante de esas que te eriza el vello y te hace bendecir el día que marcaste en el calendario la actuación de Antonio José Mejías con un gran círculo rojo, para que no se te olvidase acudir.
Muchos son los premios que le preceden. Muchos y grandes.
Se posicionó en 2006 como máximo candidato a ganar la Lámpara Minera 2007, cuando se llevó a casa el Segundo Premio por Mineras, y el Primero en Cartageneras.
Nadie lo dudaba, ni siquiera sus rivales de concurso: 2007 tenía dueño para la Lámpara Minera, a menos que se torcieran las cosas.
Y aquí aparece el caprichoso flamenco para torcerlas. No se sabe el cómo ni el por qué (dicen que por su exclusiva dedicación al disco que ya preparaba), Antonio José Mejías no compareció al concurso de las Minas del 2007 que se adjudicó (con todo merecimiento, por supuesto) el granadino Juan Pinilla.
Ese hueco de la historia, me va a perdonar el bueno de Juan, estaba reservado para Antonio. El hueco de Juan era el siguiente, pero su momento se adelantó. Y conste que soy el primero en alegrarse por Juan que además de excelente cantaor y dignísimo ganador de la Lámpara Minera, es una persona cabal, íntegra, humilde, currante y entregada a montones de causas sociales que le engrandecen en todos los aspectos.
Ese tren pasó de largo para Antonio, que seguramente tenía otros planes igualmente hermosos. Desapareció del mundillo de los concursos e inevitablemente, en muchos lugares se dejó de hablar de él...circulaban multitud de rumores sobre su posible "retiro" del flamenco, rumores que siempre me provocaron risa porque Antonio lleva el flamenco en las venas, eso no se puede dejar. No puedes sacarte el corazón, dejarlo encima de la mesa y seguir haciendo tus cosas. De otros sí podría creermelo, pero de Antonio no.
Pero Antonio ha vuelto al Concurso más grande (por currículum de ganadores) del Flamenco; el Concurso de las Minas te encumbra a la categoría de Grande del Flamenco...el Concurso Nacional de Córdoba, al de Mito del Flamenco. Y Antonio, acaba de traspasar esa línea.
La de los elegidos, la de los que marcan las tendencias, la de aquellos que sirven como espejos a los jóvenes....entra en el Olimpo de un Concurso y comparte la gloria con cantaores como Fosforito, José Mercé, Terremoto Hijo, Beni de Cádiz, Rancapino, la Paquera de Jerez, Gabriel Moreno, Sernita de Jerez, Luis de Córdoba, Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, la Perla de Cádiz, Manuel Mairena, Calixto Sánchez, Antonio Núñez "Chocolate", José Menese, Naranjito de Triana, Curro Malena, Chano Lobato, José de la Tomasa, el Lebrijano, el Cabrero, el Pele....
Ser ganador de este concurso también supone una enorme responsabilidad, pues en todos los lugares donde actúe se esperará de Antonio que dé el 110%, pero creo que este premio le llega a Antonio en un momento dulce donde su juventud se mezcla con la suficiente madurez para afrontar este grandísimo reto.
Como decía, a sus espaldas tiene muchísimos premios. El más importante lo tenía desde hacía años: el respeto, reconocimiento y cariño de muchísimos aficionaos al flamenco de toda España.

Te echábamos de menos, Antonio. Bienvenido a tu sitio, al lugar que te corresponde...¡¡y enhorabuena!!.

domingo, 14 de noviembre de 2010

ROSARIO DE EMOCIONES (Crónica del espectáculo "Del Primer Paso" de Rosario Toledo en la Sala Central Lechera de Cádiz)


La bailaora Rosario Toledo presentaba su espectáculo "Del primer paso" en la Sala Central Lechera de Cádiz envuelta en una enorme expectación, no sólo por la propia que levanta la joven artista, sino por el acompañamiento de lujo que sostuvo con encomiable maestría el peso específico del espectáculo en lo que a musicalidad se refiere.
No es cuestión baladí, no. Anoche quedó suficientemente demostrado que el éxito o fracaso de una "orquesta" o "cuerpo de músicos" de una compañía de baile no depende de la cantidad y variedad de sus miembros, sino más bien de la calidad de los mismos.
Y es que David Palomar al cante, y Dani de Morón al toque se bastaron y sobraron para llevar en volandas a Rosario Toledo a lo largo de más de una hora de espectáculo.
Tan sólo tres personas en el escenario. Sólo tres...para qué más. Flotaba en el aire el recuerdo de los primeros espectáculos de baile, donde no era necesario una percusión, ni instrumentos exóticos, para cautivar al respetable y plasmar la escencia del flamenco a través del baile.

Rosario se planta en escena con vestimenta de bailarina...a lo largo de una primera parte cargada de simbolismo, surrealismo y onirismo, la bailaora se atreve con una apuesta nada convencional, arriesgada, valiente pero no descabellada. En ocasiones roza el histrionismo, pero Rosario sabe jugar los tiempos y guiña al público con numerosos lances cómicos que relajan el ambiente y nos recuerdan que no todo en el flamenco debe ser sobrio, estirado, compuesto y recompuesto...es un sofrito que a veces sienta mal, y sobre todo resulta manido, y recurrente.
Al contrario, Rosario nos presenta una propuesta escénica fresca, atrevida, y sobre todo original.
En una primera parte de unos veinte minutos, Rosario comienza un viaje por el ballet clásico, la danza clásica española, las músicas y cantes regionales, y termina asomándose fugazmente al flamenco de la mano de la desgarrada voz de Palomar y los trémolos infinitos de Dani de Morón.
Todo a través de una protagonista que va "descubriendo" poco a poco los distintos matices que existen en el baile...un tutú...unas castañuelas...unos zapatos de baile que bajan del cielo...una mantilla que se posa en los hombros....la protagonista disfruta de todos y cada uno de sus descubrimientos y parece ir abandonando encorsetamientos y prejuicios a medida que avanza la obra.
Si la primera parte "clásica" es más que sugerente y no apta para paladares puristas, la segunda parte "flamenca" es para enmarcar.
Rosario no teme al miura...con traje corto se introduce en los complicados y oscuros senderos de la seguiriya con decisión, limpieza, finura, sin aspavientos, dosificando el taconeo y dejando que el vertiginoso movimiento de brazos y manos se conviertan en el hilo argumental de su magnífica interpretación. David Palomar se muestra maestro en estas lides, sosegado, administrando con eficiencia y flamencura la desboradante emoción que brota de su garganta.
No contenta con este primer puñetazo sobre la mesa en forma de seguiriya, Rosario se viste de negro para acometer una soleá señora. El espectáculo va de menos a más, y mientras Palomar desglosa el cante por Alcalá con enjundia, Rosario se estremece y nos estremece con una ejecución fantástica, sobrada, apasionada y apasionante.
David Palomar y Dani de Morón se quedan en escena mientras la bailaora la abandona, y nos regalan una Malagueña sencillamente memorable.
Para empezar, Malagueña de Fosforito el Viejo..."Desde que te conocí/mi corazón llora sangre/ yo me quisiera morir/porque mi pena es muy grande/y así no puedo vivir". Vítores al cantaor y al toque de Dani, dulce e hiriente. Segunda Malagueña, como no...de Mellizo. Muy personal, pero con mucho gusto y regusto a Chano Lobato y Pericón de Cádiz.
Ovación del respetable que ya a esas alturas ha caído rendido a la voz y a la cuerda.
Rosario Toledo a escena, con traje blanco...bata de cola y flor sobre la cabeza. Estampa flamenquísima que arranca oles antes incluso de empezar el baile. Es el turno de las Alegrías.
La bailaora nos deja otra curiosa lección para el recuerdo: no recurre a los taconeos eternos y sin sentido. Taconea lo preciso y lo estrictamente imprescindible. Sin embargo baila las alegrías con los gestos, con las manos, con la sonrisa, con la mirada, con la cola de su inmaculado traje, jugueteando de forma pícara e inocente sin dejarse llevar por el frenesí del tacón. Baile elegante, pulcro, fino, con estilo....final por bulerías de Cádiz, con Palomar y Dani de Morón de pie junto a Rosario Toledo, poniendo broche de oro a una segunda parte magistral en baile, cante y toque.
Público en pie y ovación de despedida a los tres (repito...¡¡tres!!) artistas que demostraron el lugar del escalafón flamenco que en la actualidad disfrutan.
En resumen, un espectáculo vivaz, que huye de la ortodoxia en la primera parte, pero que nos sumerge hasta las profundidades del flamenco más puro en una segunda parte vibrante. A veces, innecesariamente cercana a la sobreactuación, pero a la vez muy personal y emotiva, que no deja indiferente a nadie, para bien o para mal (aunque anoche sobresalió para bien). Una montaña rusa de emociones que confirmó que Rosario Toledo hace tiempo que dejó de ser un proyecto para convertirse en una realidad...una realidad con una extraordinaria dosis de creatividad en sus coreografías y en su puesta en escena.
Enhorabuena Rosario.

sábado, 6 de noviembre de 2010

FIRMA DEL SEGUNDO DISCO DE DAVID PALOMAR EN CADIZ


Hoy tiene lugar el acto de firma de discos de "La Viña, cantón independiente", segundo trabajo del cantaor gaditano David Palomar.
A pesar de su juventud, David Palomar atesora un curriculum envidiable dentro del flamenco, que se forjó en el difícil arte del cante atrás y que fue incrementándose en prestigio con sus colaboraciones y apariciones especiales en los discos de Mariana Cornejo, José Mercé, La Macanita o El Barrio entro otros.

Sin duda fue 2007 el año que catapultó a la fama a David. En aquel año, Palomar recibió dos premios en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba : Manolo Caracol y Camarón de la Isla, y posteriormente fue galardonado con el Premio Joven de la Cátedra de Flamencología de Cádiz.

En 2008 publicaba su primer disco "Trimilenaria" un homenaje a su ciudad que contaba con colaboraciones estelares como las de Moraíto Chico, Santiago Lara, Keko Baldomero y Rafael Rodríguez al toque; Paquito González, Javier Katumba y El Pájaro en la percusión, y los coros de Anabel Rivera y Toñi Nogaredo entre otros artistas.

Ahora, finalizando 2010 lanza el segundo disco, donde el homenajeado es su barrio, y que incluye una importante carga social en sus letras y composiciones, mezclando cante puro y jondo con composiciones más modernas pero de marcado acento flamenco.

La firma de discos será en Discos "El Melli", en la Plaza de Abastos de Cádiz de 13h a 15h.
Mucha suerte en tu segunda aventura discográfica, David.

lunes, 25 de octubre de 2010

GEMA JIMENEZ, ESTE SÁBADO EN LA PEÑA FLAMENCA "FOSFORITO" DE LOS BARRIOS (CÁDIZ)


El próximo sábado 30 de octubre se concentran en distintos puntos de la geografía española muchas y diversas actividades flamencas que nos avisan de la inminente llegada de las "vacas gordas" para los aficionaos. El invierno, junto con el frío y la lluvia, trae multitud de ciclos, jornadas y festivales que animan a abandonar el calor del hogar para pasar veladas de mucha calidad y tronío.
En concreto, algunas entidades como la Confederación de Peñas Flamencas de Andalucía, organizan ciclos que ayudan a disfrutar de recitales y actuaciones flamencas de cierto prestigio en localidades que, de otra manera, no podrían disfrutar de ellas.
Con la IV edición del Ciclo "Ocho Provincias", se pretende dar a conocer a los artistas "locales" de una zona, en otra provincia de Andalucía. En este año 2010, están programados un total de 120 recitales distribuídos por las ocho provincias andaluzas en peñas de todo tipo, poderosas y humildes.
Para este sábado en concreto, compitiendo con el Festival de la Mistela de Los Palacios (Sevilla) y con el XXXVII Festival de Álora (Málaga), me ha llamado poderosamente la atención la visita de una enorme cantaora, Gema Jiménez (Lámpara Minera 2005) al humilde pueblo gibraltareño de Los Barrios, uno de esos milagros que se hacen posible gracias al Ciclo Ocho Provincias.
Gema Jiménez, nacida en Jódar (Jaen), es uno de esos prodigios que desde muy joven ya destacara en numerosos concursos y festivales. Con tan sólo 19 años ya acumulaba en su curriculum los premios Melón de Oro 2004 y Lámpara Minera 2005, que le catapultaron a la primera línea flamenca hasta la actualidad, participando en las bienales de Sevilla y Málaga entre otros eventos de magnitud.
Discípula aventajada de Calixto Sánchez y José de la Tomasa en la Fundación Cristina Heeren de Sevilla, su cante es técnico, limpio, sabio y lleno de matices.

La secundará a la guitarra un clásico del acompañamiento: el sevillano Eduardo Rebollar, que ya demostrara sus inmensas e incontables cualidades a las cuerdas acompañando el cante de Manuel Mairena, Calixto Sánchez, José de la Tomasa, Curro de Utrera y Laura Vital, entre otros, y el baile de Matilde Coral, Manuela Vargas, Farruco y Yolanda Lorenzo.

El recital será en la sede de la Peña Flamenca "Fosforito" de Los Barrios (Cádiz) a partir de las 22h.

sábado, 23 de octubre de 2010

RENDIDOS A SUS PIES (Crónica de la actuación de Eva la Yerbabuena en el Gran Teatro Falla de Cádiz)


"Lluvia".
Así anunciaba el cartel del Festival Iberoamericano de Teatro la actuación de Eva la Yerbabuena, y así anunciaba la noche en los aledaños del Gran Teatro Falla de Cádiz, donde 45 minutos antes de la apertura de las puertas, ya se arremolinaban más de un centenar de personas que miraban desconfiados al cielo, esperando que la espera fuera corta y mereciera la pena.
Y vaya si la mereció.
Eva la Yerbabuena abandonó las tablas de un coliseo rendido por completo a su arte, a su despliegue de facultades durante más de una hora en una obra ("Lluvia") que conmovió sin duda al respetable que a fuertes batientes de palmas a compás, acompañados de pisotones en el siempre crítico Paraíso, despidió a un elenco artístico sublime en la completa extensión de la palabra.
La apuesta de la Yerbabuena en este espectáculo es inquietante pero sincera, y al igual que su baile es elegante y honesta. A pesar de ofrecer un comienzo lúgubre, oscuro, melancólico, en los límites de la locura y la depresión, la sola presencia de Eva ilumina el escenario y ofrece al público un hálito de esperanza en ese ambiente claustrofóbico que nos dejan las tinieblas y las sombras.
En el foro, como único decorado durante la obra, la fachada de una casa antigua y un gran portal de enormes puertas de madera en cuatro partes, una alegoría de una transformación que parece experimentar la protagonista bajo los acordes del flamenco más puro, y los guiños a otras corrientes musicales, breves pero a la vez necesarias para el devenir de la obra.
Hay muchos que critican ese guiño a la danza clásica que introduce Eva en todas sus composiciones. Yo creo que forma parte de su personalidad, y nadie como ella es capaz de fusionar con tanta maestría ambas disciplinas. Es más, en mi humilde opinión, el mundillo del flamenco debería sentirse orgulloso de que una de sus máximas representantes de baile, sea también figura en la danza clásica allá adonde va.
Eva surge en escena vestida de blanco, destacando entre la oscuridad del teatro y emergiendo desde el mismo patio de butacas. y comienza así una obra cargada de simbolismo, no sólo en cuanto a la atmósfera creada, sino en el baile y el cante.
Enrique el Extremeño, comienza con poderío la Murciana..."Échese usted al vaciaero...", aires de levante, de taranto, de levantica, bailados con soltura y como es habitual en Eva, con un hermoso braceo.
El hilo argumental continúa con un Paco Jarana cuyos trémolos de guitarra desgarran el alma, pero apaciguan el espíritu. Manuel la Luz no le acompaña, le secunda y lo amplifica en una tarea encomiable de musicalidad.
Los tanguillos de Cádiz desatan las primeras palmas cómplices en el respetable, la oscuridad se vuelve luz, y los colores negros y grises, se vuelven pastel, y dorados. Complicidad entre cantaores y cuerpo de baile que en más de una ocasión provocan la risa con su interpretación en escena (cosa que se agradece, tras los primeros momentos de ahogo y tristeza). Un cuerpo de baile excelso en las composiciones coreográficas, destacando especialmente un Eduardo Guerrero que se vació en su tierra. Eva se muestra ligera y etérea en los tanguillos y en las cantiñas, flota en escena con gracia pero a la vez con genio y raza.
La soléa es impecable. Uno quisiera volverse insecto para tener seis ojos, y no perder detalle en sus brazos, sus pies y su expresión corporal, un todo que lo es todo, y más si hablamos de la Yerbabuena, que lleva al límite el dramatismo de este cante base.
El Falla cae rendido a sus pies mientas una luz la ilumina sólo a ella tras una ejecución memorable que se ganó un aplauso que parecía eterno, interminable...
Después los tres cantaores se echan alante para cantar a Eva...primero Pepe de Pura..."sin firmar un documento, ni mediar un previo aviso...", ese bolero que hicieran famoso Antonio Machín y Sara Montiel, se vuelve flamenco y vuelve a desgarrar el alma mientras Eva se entrega por completo...gran aplauso.
Aquí no acaba todo....Jeromo Segura...¡que voz!...entona "se nos rompió el amor" de la inolvidable Rocío Jurado a compás de bulería lenta, sosegada....para paladear. Y Eva se vuelve Reina con un rojo mantón en sus hombros, y todos sentimos que "se nos rompió el amor de tanto usarlo", y el corazón se nos encoje en un puño viendo como Eva y Jeromo, Jeromo y Eva son uno. El Falla se estremece y parece llorar para romper en una ovación que comienza contenida pero termina con vítores, jaleos y piropos a la granadina.
Poco después, Eva vuelve a aparecer como en la primera escena, vestida de blanco y desaparece por el patio de butacas, con el trémolo de Paco Jarana de fondo, y con el respetable en pie volcados con su arte, acompañándola hasta la misma bocana de salida del teatro.
Un respetable que cayó rendido a los pies de la Yerbabuena, de nuevo, en una noche memorable donde la bailaora granadina volvió a sentar cátedra y a demostrar que, hoy por hoy, es difícil encontrar a alguien capaz de provocar esa extraña mezcla de sentimientos con solo aparecer en escena como lo que es, una auténtica Señora del baile.

jueves, 21 de octubre de 2010

LA YERBABUENA, MAÑANA EN EL GRAN TEATRO FALLA DE CÁDIZ


Mañana por la noche, concretamente a partir de las 22h, en el Gran Teatro Falla de Cádiz, tendremos ocasión de disfrutar del espectáculo "Lluvia" de la granadina Eva Garrido, artísticamente conocida como Eva "la Yerbabuena".

Eva es uno de los máximos exponentes del baile flamenco a nivel internacional y se ha granjeado un numeroso y fiel público a lo largo y ancho de todo el mundo, creando espectáculos de danza donde el lirismo y la estética destacan sobre todo lo demás, que no es poco.
A sus innegables virtudes flamencas, añade un preciosismo y un gusto exquisito por el baile clásico del que deja impronta en todas sus actuaciones con finura y gallardía.

La Yerbabuena tiene muchísimos méritos acumulados en sus alforjas, y son innumerables los premios y reconocimientos de los que puede hacer gala:

Premio Nacional de Danza 2001; Premio Flamenco Hoy (de la crítica flamenca) como Mejor Bailaora en 1999, 2000 y 2001; Premio Giraldillo a la Mejor Bailaora en la Bienal de Sevilla 2002...además posee dos Premios Max de las Artes Escénicas como Mejor Intérprete de Danza y Mejor Espectáculo de Danza por "Eva, a cal y canto".

En esta ocasión, Eva "la Yerbabuena" acude al Gran Teatro Falla como actuación estelar dentro del Festival Iberoamericano de Teatro que cumple este año la nada despreciable cifra de 25 años en cartel.

Su espectáculo "Lluvia" tuvimos ocasión de disfrutarlo en el pasado Festival de Jerez, obteniendo gran éxito de crítica y público. En ésta, su presentación en Cádiz, le auguramos otro enorme éxito para su dilatado y brillante curriculum.
El Patio de los Cabales, estará allí para contarlo.