lunes, 29 de noviembre de 2010

ANTONIO JOSE MEJIAS: SEMBLANZA DEL GANADOR DEL NACIONAL DE CÓRDOBA 2010


Hay veces en que uno intenta dar explicación coherente a los vaivenes que este difícil arte del flamenco tiene, y por mucho que se intenta no se consigue. Es un arte tan personal, tan único, tan inigualable, que a la vez es caprichoso y juguetón con los artistas que nacen, viven y respiran flamenco por los poros de su piel.
Con Antonio José Mejías el flamenco tenía una cuenta pendiente, y por fin la ha saldado.
Antonio, a pesar de su juventud, lleva toda su vida (y cuando digo toda, es TODA) luchando por abrirse puertas en el mundo del flamenco, por poder vivir de lo que realmente es su pasión cotidiana,...pero el flamenco, ese por el que se ha desvivido años y años, le daba una de cal y otra de arena.
Lo tiene todo. Como cantaor y como artista es completo se mire del derecho o del revés. Su cante es académico pero a la vez tiene el punto de salvajismo que se precisa para matarte en un "ay", y romperte las entrañas cuando su voz se templa por seguiriyas.
Con los ojos y los puños apretados, debes sujetarte a la silla porque te espera una andanada de cante de esas que te eriza el vello y te hace bendecir el día que marcaste en el calendario la actuación de Antonio José Mejías con un gran círculo rojo, para que no se te olvidase acudir.
Muchos son los premios que le preceden. Muchos y grandes.
Se posicionó en 2006 como máximo candidato a ganar la Lámpara Minera 2007, cuando se llevó a casa el Segundo Premio por Mineras, y el Primero en Cartageneras.
Nadie lo dudaba, ni siquiera sus rivales de concurso: 2007 tenía dueño para la Lámpara Minera, a menos que se torcieran las cosas.
Y aquí aparece el caprichoso flamenco para torcerlas. No se sabe el cómo ni el por qué (dicen que por su exclusiva dedicación al disco que ya preparaba), Antonio José Mejías no compareció al concurso de las Minas del 2007 que se adjudicó (con todo merecimiento, por supuesto) el granadino Juan Pinilla.
Ese hueco de la historia, me va a perdonar el bueno de Juan, estaba reservado para Antonio. El hueco de Juan era el siguiente, pero su momento se adelantó. Y conste que soy el primero en alegrarse por Juan que además de excelente cantaor y dignísimo ganador de la Lámpara Minera, es una persona cabal, íntegra, humilde, currante y entregada a montones de causas sociales que le engrandecen en todos los aspectos.
Ese tren pasó de largo para Antonio, que seguramente tenía otros planes igualmente hermosos. Desapareció del mundillo de los concursos e inevitablemente, en muchos lugares se dejó de hablar de él...circulaban multitud de rumores sobre su posible "retiro" del flamenco, rumores que siempre me provocaron risa porque Antonio lleva el flamenco en las venas, eso no se puede dejar. No puedes sacarte el corazón, dejarlo encima de la mesa y seguir haciendo tus cosas. De otros sí podría creermelo, pero de Antonio no.
Pero Antonio ha vuelto al Concurso más grande (por currículum de ganadores) del Flamenco; el Concurso de las Minas te encumbra a la categoría de Grande del Flamenco...el Concurso Nacional de Córdoba, al de Mito del Flamenco. Y Antonio, acaba de traspasar esa línea.
La de los elegidos, la de los que marcan las tendencias, la de aquellos que sirven como espejos a los jóvenes....entra en el Olimpo de un Concurso y comparte la gloria con cantaores como Fosforito, José Mercé, Terremoto Hijo, Beni de Cádiz, Rancapino, la Paquera de Jerez, Gabriel Moreno, Sernita de Jerez, Luis de Córdoba, Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, la Perla de Cádiz, Manuel Mairena, Calixto Sánchez, Antonio Núñez "Chocolate", José Menese, Naranjito de Triana, Curro Malena, Chano Lobato, José de la Tomasa, el Lebrijano, el Cabrero, el Pele....
Ser ganador de este concurso también supone una enorme responsabilidad, pues en todos los lugares donde actúe se esperará de Antonio que dé el 110%, pero creo que este premio le llega a Antonio en un momento dulce donde su juventud se mezcla con la suficiente madurez para afrontar este grandísimo reto.
Como decía, a sus espaldas tiene muchísimos premios. El más importante lo tenía desde hacía años: el respeto, reconocimiento y cariño de muchísimos aficionaos al flamenco de toda España.

Te echábamos de menos, Antonio. Bienvenido a tu sitio, al lugar que te corresponde...¡¡y enhorabuena!!.

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